jueves, 10 de diciembre de 2009

Fábulas de la democracia II

Es una historia que dejamos pendiente hace mucho rato... continuamos con ella:

Después de que el tío Chemo trató de mostrarle la verdad que el senil abuelo Buitragues no pudo explicar a su nietecito, el pequeño Buitra estaba algo confundido:

-¿y por qué querían desalojar a los 'paracaidistas' tío?-
-Pues porque eran unos hijos de puta (los desalojantes)-
-¿los policias son malos tío? En la escuela me dijeron que su trabajo era cuidarnos.
-Su trabajo es reprimirnos.
-¿y por qué hacen ese trabajo?
-Ya te dije que porque son unos vendidos hijos de puta.
-Ah... ¿y qué significa reprimir?
-Significa que no te dejan hacer lo que quieras.
-Mi papá no me deja hacer todo lo que quiero...
-mmmm.... cuando no te dejan ejercer tu libertad te reprimen y eso está mal.
-ah...
-oye ¿y por qué los señores ricos se amachinaron con Juan en lugar de comprar directamente la cooperativa?
-Pues porque el pueblo jamás vendería, estaba en juego su dignidad.
-¿y entonces todo era de todos verdad tío?
-Ya me entendiste. El Juan y sus otros esquiroles querían adueñarse de cosas que pertenecían a todos. La cooperativa era patrimonio de la comunidad y no era admisible que un grupito de abusados se hiciera de “Doña Lucha” para beneficio propio, no se vale. Te digo que incluso ponían como pretexto que vendían cosas que necesitaba la comunidad y a bajo precio, pero no dejes de tener en cuenta que se apropiaron de algo que era de todos. Y además...

-¡¡¡Buitraguitos!!!- gritó su mamá-
-Mande ma...
-Ven a comer, ¿qué te decía tu tío?
-Me contaba un cuento ma.

Después de la comida el tio Chemo se fué a su trabajo en la secretaría del Partido de la Democracia Popular. Buitra tomó un libro viejo y...

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