miércoles, 24 de febrero de 2010

Este proceso de imposición es totalmente democrático (Fábulas de la democracia III)

Erase una vez una comunidad (léase un agregado de individuos, o la unión del conjunto de las familias que residía en una tierra muy, muy lejana) que obedecía una serie de dictados dados por la luz de la razón (aunque algunos sostienen que por iluminación divina) que procuraban la salud y justicia social.

Una serie de dictados y prácticas que eran muy distintas a las que por desgracia aún imperan en algunas regiones del orbe. Como nos lo hace saber el compañero Sheridan en su blog de este mes. Por supuesto el compañero Sheridan parece estar inconforme (se lo hemos leído antaño) con que cualquier agregado de individuos por el mero hecho de serlo requiera ciertas formas democráticas de organización. El compañero Sheridan parece no entender que por el mero hecho de tener una bola de gentes juntas en un espacio determinado se deben regir éstas por dictados democráticos pues la democracia no tiene nada que ver con la forma en que conviene que se gobierne una sociedad (es decir, una agregado de individuos que están en diversas relaciones económicas, productivas, laborales, políticas y de explotación que se generan por las múltiples necesidades de la vida humana: alimento, salud, vestido, servicios, educación, entretenimiento, etcétera) sino con la forma en que se deben imponer decisiones y puntos de vista a la chusma… perdón, a la comunidad.

Pero decía al comienzo que en ese lejano pueblo de Tangamandapio hubo sabios hombres (sí, y también mujeres…) que comprendieron eso muy bien. Primero formularon algunas definiciones básicas:

1. La comunidad es un conjunto de individuos de cuando menos dos miembros.

2. Se llama pueblo al conjunto de los individuos de todas las posibles comunidades.

3. Las comunidades posibles son todos los subconjuntos posibles de la totalidad de individuos existentes.

4. Se llama deliberación democrática al proceso de discusión y aprobación o rechazo de cualquier asunto de cualquier comunidad.

5. Se llama decisión democrática a aquella que se toma por consenso de alguna comunidad. Independientemente del modo de lograr el consenso.

6. Se llama imposición democrática a aquella decisión democrática que afecta a una comunidad más grande en número que la que tomó por consenso la decisión.

7. Una comunidad que acata decisiones o imposiciones democráticas se dice gobernada democráticamente.

8. Dada una comunidad de más de cuatro miembros cualquier subconjunto propio de ésta, es decir un subconjunto con menor número de integrantes que la comunidad en cuestión, puede autodenominarse “representante de la comunidad”.

9. Se llama Asamblea al máximo órgano de decisión e imposición. Una asamblea es un grupo de cuando menos tres individuos que se reúnen en un foro de acceso público con convocatoria previa.

Los axiomas del sistema democrático de Tangamandapio eran los siguientes:

1. Toda comunidad es susceptible de ser gobernada democráticamente.

2. Cualquier asunto puede ser puesto a deliberación democrática por parte de cualquier comunidad.

3. Al ser la comunidad un mero agregado de individuos se entiende que son irrelevantes en principio las relaciones que de hecho tengan lugar entre los individuos que forman alguna comunidad.

4. Cualquier forma de organización dada previamente puede ser impugnada por una comunidad cualquiera.

5. La comunidad más representativa es la que tenga, en un momento cualquiera, más votos para su causa.

6. Las votaciones pueden ser generadas espontáneamente.

7. Se puede impugnar la representatividad de una comunidad o de una parte de ella, a nombre de cualquier comunidad o del pueblo mismo siempre que se tenga a disposición una comunidad más representativa en el momento oportuno.

8. Cuando se trate de decisiones de importancia capital puede convocarse con hasta una hora de antelación a una asamblea. Una vez reunida la asamblea con su número mínimo (que es de tres individuos) pueden comenzarse las votaciones sobre cualquier tópico. Siempre y cuando puedan ponerse de acuerdo los asistentes.

9. Pueden ser impugnadas todas las votaciones previas de una asamblea, siempre y cuando los impugnantes sean lo suficientemente representativos o cuenten con otros medios que suplan eficientemente la representatividad.

Espero que se entienda que si algunos términos de las definiciones se alejan de su significado usual es porque en la redacción del credo se quiso imitar el modelo axiomático de los matemáticos. Esto fue así porque los habitantes de Tangamandapio estaban de acuerdo en la incuestionable universalidad del mandato de la mayoría y por tanto las definiciones y los axiomas debían adquirir ese carácter universal. En otra ocasión les platicaré los diversos teoremas que algún matemático disidente y fascista derivó de tal sistema; y por supuesto la moraleja de esta historia.


















viernes, 19 de febrero de 2010

Mexico chiquito

Bienvenidos a la Universidad Nacional Autónoma de México, señores. Sean afortunados por estudiar aquí .
La UNAM se jacta no sólo de sus logros a nivel internacional; claro que nos enorgullece mucho ser considerada la mejor universidad iberoamericana pero eso no es tan importante, para nosotros ser la consciencia nacional de este hermoso país es lo primordial.
Son doblemente afortunados por estudiar aquí, en Ciudad Universitaria. Su licenciatura se desarrollará bajo el mejor sistema de simulacro en todo el país porque, si no lo sabían, aquí la UNAM genera un México pero en chiquito para su óptimo desarrollo. Prepárense:
Compartirán clase con los peores y mejores alumnos, serán instruídos por los peores y mejores maestros. Notaran que nuestro aparato burocrático es tan eficiente como el de cualquier tesorería y no dejaran de sorprenderse por la gran cantidad de basura que generamos diariamente.
Sean bienvenidos a esta su segunda casa. Y dejen que por su raza hable el espíritu.



"Bienvenidos a México chiquito", me dijo un profesor en mi primer día de licenciatura. Admito que le creí pero jamás pensé que llegaría a tanto el simulacro...




No falta mucho para que a nuestra versión de Juanito (y anexos) les quiten su Iztapalapa.



viernes, 5 de febrero de 2010

Ni olvido ni perdón

Hoy los okupas y sus rabiosos simpatizantes deben haber anotado una estrellita roja más a su bitácora de éxitos. Los líderes de la secta que todavía firma como CGH subidos en un camión blanco entraron triunfantes como Napoleón a Ciudad Universitaria para desfilar mientras sus jóvenes fieles entonaban los cánticos característicos de su grey.
¿Quienes eran los peregrinos que cantaban?
Jóvenes que en tiempos de la huelga tendrían entre 6 y 10 años, hoy recitan con vehemencia los mantras que los defensores de la Educación Pública y gratuita les han enseñado.
Religiosamente cumplen con su peregrinar bajo el sol y con entusiasmo gritan: "Educación primero al hijo del obrero, después al hijo del burgués."
¿Quién sería tan mezquino como para criticar a jóvenes que defienden la posibilidad de todos para acceder a la educación?
Nadie se atrevería, la pregunta que planteo en esta entrada es la siguiente: ¿Defendimos la educación pública para luego no estudiar? A diez años de la entrada de la PFP a Ciudad Universitaria hubo cuando menos dos vertientes en defensa de la gratuidad de la educación.
1) La comunidad Universitaria que en sus profesores, trabajadores y estudiantes han regresado a la institución la credibilidad con que contaba antes de la huelga a nivel nacional, y la han colocado en los mejores escaños a nivel internacional. Un proyecto y una realidad de Universidad envidiable para cualquier país.
2) La otra vertiente a la que me referiré es aquella que dice defender la gratuidad de la educación atendando contra ella. El fantasma del CGH que deambula por la ciudad declara que los enemigos de la educación gratuita son Narro, el capitalismo el PRI, la estructura antidemocrática de la Universidad, tal vez este blog y el resto del mundo...
¿Cuál era la estrategia del CGH y cuál la de la Okupa para defender la gratuidad de la educación? Clausurarla, una educación que no existe no puede capitalizarse. No sabemos qué habría ocurrido de no entrar la PFP en la UNAM hace diez años, posiblemente la Universidad seguiría clausurada por sus defensores, como sigue clausurado el Auditorio Justo Sierra.
De modo que de las dos vertientes sólo una defiende la gratuidad de la educación, pues se basa en la realización de un proyecto de Universidad único en el mundo; el mecanismo de inconformidad y rebeldía que utiliza como herramienta la esterilidad necesariamente nada producirá: Nadie tiene cara con qué pedirle a un ciudadano que subsidie la Universidad con sus impuestos si esta no aporta nada a la nación.
Nunca le diría a un jóven que no debe defender la gratuidad de la educación, yo mismo no me permitiría atentar contra ella. ¿Nos salimos todos a gritar a la calle?, ¿nos apostamos en cubículos y aulas?, ¿y si mejor buscamos cuál es la mejor manera en que podamos hacer valer la gratuidad que de facto existe?
¿Ni olvido ni perdón?, sí se olvida cuál es el sentido de defender la gratuidad de la Universidad... Aunque claro, no hay olvido si nunca se ha considerado para qué es.
Los jóvenes siguen de manera religiosa una causa que consideran justa , y que ciertamente es justa, pero es más que dudoso pueda decirse que la decisión razonada de alguien que quiera defender la universidad pueda estar basada en porras y mitos.
Este es un buen momento para enunciar públicamente la autocrítica de quienes promovemos este sitio: No hemos hecho lo suficiente; seguiremos adelante.

Testimonio en video