martes, 11 de mayo de 2010

Usted es responsable de nuestra nutrición...

Han aparecido carteles relativos a la problemática alimentaria estudiantil -algunos firmados por el Grupo Estudiantil Comunista Revolucionario, y otros no- desde hace algunos días en nuestra Facultad.

Algunos de los carteles hacen públicas las siguientes tarifas de consumo:

Comer en la cafetería FFyL 40 pesos
Comer en el comedor vegetariano 20 pesos (mas cargo de tifoidea)
Comer con los vendedores ambulantes 15 pesos (si te va bien)
Comer tacos de canasta 12 pesos (con ardor de panza, pero vale la pena)

Y sobre esas cifras alimentarse una semana en la FFyL considerando una sola comida al día podría costar entre 60 y 200 pesos, lo que resulta incosteable para muchos, inadmisible para para varios. El cartel remite a una propuesta de comedor que puede consultarse aquí, y presuntamente ha llegado a manos de la Directora de la Facultad, Gloria Villegas.
La propuesta está desarrollada en términos respetuosos y con datos razonables... La parte competente habrá de contestar la misiva con oportunidad; es posible que existan razones para que la cafetería de la universidad pública que se ve en aprietos de presupuesto esté consecionada y no sea un comedor subsidiado como el proyectado en el oficio, pero dejemos que cada parte responde por lo que le toca.


La alimentación podría consumir mucho del poco capital del estudiante, -incluso en el comedor de las características proyectadas ($14.36, $17.23 y $14.36 pesos)- las 15 comidas semanales (tres por día como se postula) rebasarían los 200 pesos semanales... De modo que comer cinco días en la FFyL no es cosa sencilla,  pues incluso en el escenario del comedor subsidiado hay que tener solvencia... 

No obstante, no todo está perdido para el universitario... Puedo decir sin temor a equivocarme que el periodo de ingreso a la Universidad marca una importante diferencia en la formación del carácter para muchos universitarios. El universitario novato es responsable -por primera vez en muchas ocasiones- de cómo distribuye su tiempo, de qué clases toma, de qué tan celoso es respecto a su tiempo en las aulas, qué tanto tiempo dedica a cultivar su vida social, respecto a qué cosas lee, qué cosas no, las sustancias que ingiere, a quiénes les cree lo que dicen, etc... Hay un proceso de madurez y responsabilidad implícito en hacerse universitario... Se me ocurre que el universitario puede ser responsable también de lo que come: ¿Por qué no resolver uno mismo lo que las autoridades no pueden?

Según los datos,  incluso con el comedor subsidiado resolver tres comidas científicamente confeccionadas, política y socialmente correctas, y presuntamente además de buen sabor en la FFyL podría costar aproximadamente 47 pesos diarios.
Una lata de atún puede costar menos de diez pesos, incluso pueden conseguir salmón (porque tiene omega 3 para los intelectuales) por quince pesos, un paquete de pasta puede conseguirse por cinco pesos, rinde tres porciones decentes, se pueden comprar kilos de fruta de temporada por menos de quince pesos el kilo, y ni hablamos de comprar arroz o frijoles... De preparar nuestros alimentos el fin de semana, esos dos días en que la Directora no nos obliga a asistir a la Facultad, podríamos sin lugar a dudas comer con la mitad del presupuesto proyectado, es decir con al rededor de 125 pesos..
Y ya poniéndonos locos, ¿se imaginan si dejáramos de fumar y restringiéramos un poco más nuestro consumo de alcohol? Según las consignas la única prioridad en la vida del estudiante son estar en la Facultad y aprender... Por eso digo semejantes loqueras, no por otra cosa.

Adicionalmente, la comida casera sería la herramienta ideal para boicotear los establecimientos de lucro indecente que tienen por blanco el bolsillo del incauto estudiante... ¿Harán falta más razones para pensar que podemos manejar nuestra alimentación como nuestra responsabilidad?
Por último, no discrepo una de las consignas de los Comunistas Revolucionadios: "Necesitamos comer para aprender" ni duda cabe de eso.
El único punto donde veo que esta propuesta flaquea -les confieso- es que temo que ahora demanden que Gloria Villegas vaya a sus casas a prepararles el almuerzo de la semana.

Testimonio en video