Para que no digan que aquí caricaturizamos y estereotipamos a los activistas unamitas, les dejamos hoy un video producido por ellos mismos. Destaca en el video la lucidez con la que un joven de 18 o 20 años se expresa sobre lo acontecido entre diez y nueve años atrás. Destaca también la caricatura del rector Narro, adjudicándose todo el crédito de lo que pasó entonces junto a De la Fuente, sin acordarse del malogrado Barnés de Castro.
Lapidaria la frase del chavo del minuto 4:20: lo que necesita nuestro pueblo es estudio. Lástima que muchos de los que aparecen en el video no se den cuenta que el estudio es necesario incluso para protestar, e intentar cambiar algo; de lo contrario se llega a absurdos tales como afirmar que se ha logrado la gratuidad de la UNAM gracias a una huelga que casi consigue suprimirla. Que se diga que se consiguió detener una "privatización" cuando lo que estaba en juego eran unas cuotas (que no pagarían los que bajo protesta de decir verdad aseguraran no contar con los recursos suficientes) de unos $1000 anuales (¿Cuánto costarán anualmente lujos como celulares, tiempo aire, cigarrillos, "tokines", almuerzos "vegetarianos", collares y artesanias revolucionarias made in che?). ¿En qué lógica cabe el razonamiento de que era bueno privar a la Universidad de un ingreso que ayudaría a dar más becas a los estudiantes más pobres y mejor capacitados? Mejor no le sigo y diviértanse con el video.
Lo tuyo Ivo, no se quita con educación, tú lo que necesitas es darte de madrazos con la realidad. ¿Por qué es malo que los estudiantes tengan celulares con tiempo aire, y además de recibir eduación pública? Si ese estudiante, o sus padres o sus tíos pagan impuestos él tiene derecho a no volver a pagar por su eduación, a no pagar doble. Habrá que reconocer un error terminológico del movimiento estudiantil: no se pelea por la gratuidad de la eduación, sino por su carácter público, por el hecho de que es financiada por los recursos públicos producidos por la clase trabajadora signataria, en consecuencia, de los derechos sociales que esa producción posibilita en términos materiales. Si la UNAM necesita más ingresos, esto debe obtenerse mediante la implantación de un modelo fiscal progresivo, es decir, quiénes más ganen más ingresan al estado. Si un modelo así se aplicara efectivamente sobre una clase empresarial a la que hoy se le permite una evasión masiva de impuestos, estoy seguro que el ingreso de la UNAM aumentaría muchísimo. Por no decir que también sería bueno limitar los sueldos agigantados de los funcionarios. No se trata de que paguen los que pueden y los que no no, eso se llama sistema de privilegios, no de derechos. Pénsandolo bien Ivo, no te haría mal tantita eduación elemental.
ResponderEliminarInsistes en tus apologías de la precariedad. ¿No te das cuenta de que la gente de la Ibero tiene muchísimo más que celular y tiempo aire? Nadie está pidiendo viajes a Las Vegas; se exige que se distribuyan con justicia los recursos necesarios, nuestros, para vivir con dignidad y comodidad, para eso trabajamos. Ustedes son como el Vaticano, les molesta profundamente la felicidad ajena.
Salud.
Bien, X: se exige, se exige, se exige. ¿Qué se da a cambio? ¿Titulación, promedios, permanencias limitadas? No, lo suyo es sólo exigir sin dar nada a cambio. O sea, vivir en el mismo sistema de privilegios —no de derechos— que mencionas.
ResponderEliminarEn cuanto al discurso de los "activistas", está más que visto que ni idea tienen de lo que se jugaba en ese momento: ¿privatización? No, no había tal. ¿Reducción de la matrícula? Sí, en la medida en que se proponía implantar un promedio mínimo y una duración de estudios máxima para eliminar zánganos —y aquí aparecerán voces enfurecidas que hablarán de "derechos" y demás, pero estudiante que no estudia no es tal estudiante y, por tanto, no tiene nada que hacer en una institución educativa. Congruencia terminológica, nada más—. ¿Cuotas? Sí, pero voluntarias, jamás obligatorias —y eso es lo que nadie quiere recirdar, que el papelito que nos fue entregado decía "si el alumno no puede pagar, así deberá expresarlo y será eximido de la cuota correspondiente"—.
Lo de las cutoas vountarias es absurdo, tanto que nadie se lo creyó, Hay ya un sistema de recepción de donativos, ¿cuál es la diferencia entre una cuota voluntaria y un donativo? evidentemente no se trataba de eso, sino de establecer un régimen de privilegios que hiciera distinción entre estudiantes ricos y estudiantes pobres, dejando claro que los segundos se hallaban en deuda con los primeros ("así deberá expresarlo", eso es señalar, por eso los donativos son anónimos).
ResponderEliminarYo no digo no haya gente en la Universidad que no debería de estar, pero reducir la matrícula Y condicionar el ingreso y el egreso a patrones dictados por la iniciativa privada (CENEVAL)me parece bastante mañoso. Sería ingenuo pensar que la privatización de la Universidad podría darse por decreto (sólo los presidentes muy imbéciles hacen esas cosas, pero a este le urgía más chingarse al SME que a nosotros). Condicionarla y limitar el ingreso de las clases populares era un paso previo.
Y la Universidad no nos da nada que no sea nuestro. Nosotros producimos la riqueza que alimenta la Universidad y no tenemos por qué dar un peso más. Porque esa es la jugada: como no dan dinero den promedio, y a los que por alguna razón no puedan pues se chingan, pero no por no dar promedio, sino por no dar dinero. Remito al libro "Viento del Norte", de Hugo Aboites, que deja claro como hay tendencias privatizadoras antes que privatización por decreto.
Salud.
Nadie se lo creyó... ¿te consta que nadie? Muchos supimos que era así, voluntario, y estábamos dispuestos a decir "no, no tengo" y ya, no pasaba nada, nada de crear regímenes de exclusión, nada de separar alumnos, nada de nada. Si alguien se sentía en deuda con los demás, pues allá él y su débil cabeza, allá él y su escasa o nula capacidad para darse cuenta de que todo era tan simple como "puedes, das; no puedes, no das". Aquí, tu problema es que afirmas algo que no sabes, y que no estás en capacidad de saber porque no lo viviste, y por mucho que investigues en el tema no tienes fuentes adecuadas —ajá, problema clásico— para determinar si "todos" o si "nadie". Seguramente "nadie" de los que has consultado pero, como ya sabemos de qué lado de la barda estaban —si es que estaban, a estas alturas quedarán cino o seis de ésos—, la investigación está obviamente sesgada.
ResponderEliminarMe llama la atención tu siguiente comentario: "yo no digo que no haya gente en la Universidad que no debe de estar, pero condicionar eso a lo que dicte", etcétera. ¿Quién, a tu juicio, no debe estar? Mejor aún, ¿por qué es imposible exigirle algo al alumno, como sería un promedio? ¿Sólo porque él mantiene a la universidad con sus impuestos? No es argumento suficiente, requiere medirse la cuestión con otro rasero o, de lo contrario, ingresas en el terreno de "el que paga, manda", con lo que la educación se va por la borda a favor de otras cuestiones. Es simple, y debería verse así, so pena de caer en el sistema de privilegios que has mencionado: si estás en un espacio que te da, debes dar algo a cambio, lo que sea pero que se relacione directamente con esa materia —escuela=promedio, por ejemplo—. Si no das nada, no lo valoras porque no hay coerción alguna que te indique un mínimo de obligaciones a cumplir. Por eso, la práctica se vuelve sociopática, nadie se titula y lo que se enseña se convierte en un gasto más que no genera ningún tipo de riqueza, ni siquiera de tipo moral.
Sobre la prvatización, ni hablar, ése es un tema de locos, en ningún momento se ha pensado el tema, por muchas conspiraciones que le busquen —que la mayoría son como para morir de la risa— y por muchos "argumentos" que crean encontrar. Por tanto, como esto no tiene razón de ser, no hay tampoco nada que avale la supuesta elitización de la educación... ahora que, si elitizarla implica deshacerse de tarados y haraganes, bienvenida sea la elitización, porque tampoco suena congruente decir "soy pobre, edúcame aunque sea un holgazán y lo mío no sea la educación superior". El que es pobre pero quiere educación se educa sin pretextos, no quiere privilegios, quiere educación y ya, y tengo suficientes casos a la mano como para saber que una cosa son las clases populares y otras las clases que son enemigas de las aulas, o que inercialmente se meten a la universidad por no dejar, pero que luego encuentran que lo suyo es la grilla, o una chamba que les reditúe más lana. Además, como las cuotas eran —insisto, repito, recalco y remacho— voluntarias, el ingreso se determinaría por promedio, era lo único, nada de exclusions de clase ni argumentos por el estilo.
Como remate a lo que implica no "elitizar", el ejemplo de las cifras que da la gloriosa pejeuniversidad: índices de titulación nulos —y eso que casi les regalan los títulos—, altísima deserción, alumnos que sólo permanecen en clases por la beca que se les da para formar clientelas que ayuden al partiducho. ¿Por qué pasa esto? Simple: porque el fin del sujeto no está en la educación, sino en algo más allá llamado "beca"; pero, como ésta no tiene ninguna contrapartida, se le asume en tanto fin. Espero que ese bodrio pseudo educativo no forme ingenieros porque, a lo que se ve, más tardarían en proyectar un puente —mucho tardarían, aun con ayuda de cualquier software— que éste en caerse.
Es muy importante el punto que tocas Alfredo. La "popularización" de la Universidad, ese proyecto tan añorado desde hace décadas por ciertos grupos políticos no deja de ser un riesgo latente: cada vez se agudiza más el problema de la cantidad de jóvenes sin opciones universitarias ni laborales, fenómeno cuya raíz está en el sistema educativo del país, creo yo. Sin embargo, como se ha apuntado muchas veces, no le corresponde a la Universidad Nacional solucionar el problema haciendo más anchas sus puertas. Un intento por mejorar la situación a largo plazo es convertir a esta y otras instituciones en instituciones de muy alta calidad y eficiencia, para que desde arriba los beneficios de la cultura y el desarrollo científico y tecnológico vayan filtrándose a donde ahora difícilmente llegan. Pero con una universidad incompetente como la pejista eso es prácticamente inconcebible.
ResponderEliminarTocando el tema de las conspiraciones hay quienes pensamos que la ocupación de ciertos recintos universitarios por grupos de reacción no es una casualidad ni algo inofensivo. Creo que después del 2000 difícilmente y quizás en bastante tiempo vuelva a tocarse el tema de las cuotas que tan necesarias son para financiar a estudiantes, laboratorioas, bibliotecas y proyectos; así como el de reformas sobre permanencia e ingreso. Un claro ejemplo de ello es el tan sonado discurso de José Narro, casi haciéndole segunda al discurso populista de los políticos interesados en el botín que representa la UNAM.